¡Vete!
Vete amada mía,
vete en busca de tu edén soñado;
ya no soy nada para ti.
Vete lejos, vete en busca de tu amor perdido,
en busca del amor que te hizo sufrir.
¡Cuánto lo siento!
¡Cómo me duele!
me duele el pecho,
me duele el alma,
me duele el cuerpo,
me duele todo,
me dueles tú.
Vete lejos de mis ventanas rotas,
de mi corazón sangrante,
del que más te quiso,
del que más sufrió.
Te irás buscando entre la tierra
un corazón perfecto,
trozo de greda que tú transformarás.
¡Vete!
Pero no regreses, no regreses
al corazón que has maltratado.
¡Vete!
Las sombras te verán pasar
con la cabeza gacha,
y yo, tu sombra maltratada,
el que más te amó,
el que más lloró,
el que más sufrió,
no podré verte,
porque no resistiré verte destrozada.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez.
Registro No. 10-430-024.*
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