Una libertad aparente en la palabra
que de a poco va callando el viento,
un presagio del dolor de la sombra
que la oscuridad mata en un momento.
Una claridad que tiene el alma
con un destino que tiene el sentimiento,
un mar que se mueve al ritmo de sus olas
y la noche que le da vida a los sueños.
Una pasión que transmite una mirada
el amor que se transfiere en un beso,
la vida que se va al compás de las horas
y la lluvia que solo inspira al deseo.
Una ausencia quizá en una vida lejana
las huellas que solo señalan un regreso,
y en el dolor de aquellas pequeñas cosas
¡Intentan no morir mis últimos versos!