José Luis Barrientos León

Tus palabras

 

Sus palabras sonaron en mi oído,

sorprendiendo al corazón con su dulzura,

como melodías exquisitas y sedosas,

arrancaron de mi pecho los latidos.

 

Solo un instante requerí de sus palabras,

para comprender la eternidad de la ternura,

para que un suspiro abrasador escapara de mi boca,

bautizando el sentimiento como amor,

ferviente y puro.

 

Hoy de mí mismo nada ha quedado,

solo el sonido de su voz,

entreteniendo los años,

trocando en sonrisa el dolor sombrío,

fascinando la mirada con su vuelo de mariposa.

 

La sonrisa inocente se volvió esperanza,

alcanzó la nube y exhalo la brisa,

olvido el silencio, expelió las sombras,

se prendió en tu rostro,

para darme vida.