Me ganaste, conquistaste mi fuerza, mis ganas de vivir, mi inocencia...
Me hiciste sentir bien, especial, sacaste la magia de mis entrañas y me la enseñaste, para que la viera...
Entonces descubrí la belleza, mi belleza, la que estaba ahí escondida, en lo mas profundo de mi alma.
Me ilusioné, quería construir un horizonte infinito, para ti y para mí, para que juntos pudiésemos volar de la mano, como tú me enseñaste, cuando yo ni siquiera sabía, que tenía alas.
Me hiciste verme especial y te lo quedaste...
Te quedaste con todo, mi fuerza, mis ganas de vivir, mi inocencia, mi magia, mi belleza, mi ilusión, mi horizonte, mis alas…
Me lo mostraste para robármelo, y cuando yo quise recuperarlo, simplemente…me mataste.