Decías que era falso todo lo que
decía de tí. Yo cruzado de brazos,
en mí pensaba: el tiempo lo dirá,
cómo pretendía regresar a mi lado.
Tú drama se descubrió, yo mismo
ví como disfrutabas con amigos y
amantes en bares; que te faltaba
cuerpo para compartir tus instintos
carnavales.
Hoy dice que fue un error tuyo, que ya cambiaste y, que estás rezando a Dios para
no caer en lo mismo.
Solo te digo, que bueno pero
no esperes mi regreso, porque yo
no quiero ser parte de su cambio.