Tengo un pensamiento bonito
para mi amorcito y, se hace la
desentendida pero, en sus dos
ojos negros cuando me mira,
cómo le brillan, mejor me quedo
callado para no hacerle daño a
mi corazoncito y, en mi teléfono
lo escribo de cuánto la estoy amando.
Cuando se me agote la paciencia,
pasará al olvido así de fácil.