Jose de amercal

JUVENTUD Y VEJEZ

En la juventud, el tiempo se desliza veloz,
como un río impetuoso que no espera,
cada instante es una joya pasajera,
en la memoria, se guarda el brillo de lo que fue.
 
La vejez llega lenta, como un eco lejano,
los años se acumulan como hojas en otoño,
cada arruga es un mapa de un camino huraño,
en el alma, se anidan los recuerdos temprano.
 
A medida que uno se hace más viejo,
la vida se vuelve un caleidoscopio de momentos,
cada recuerdo es un tesoro en los vientos,
en la mente, se entrelazan lo dulce y lo bermejo.
 
En la vejez, solo quedan los susurros del pasado,
los momentos vividos se convierten en tesoros,
cada risa, cada lágrima, cada esfuerzo,
en el alma, se graban los recuerdos amados.