María C.

ALONDRA

Alondra que vuelas alto, a veces a ras de suelo,

penetras en abismos hondos, pero triunfas como el Ave Fénix

dejando que tus trinos

convertidos en verso calen directos,

y dejen huellas que no borrará el tiempo,

y el cáliz de la amargura se beberá sorbo a sorbo,

escupiendo en ese abismo la hiel de ese mundo abierto

ese infierno que es hostil, oscuro, imperfecto, inseguro,

donde el humano se convierte en su reo,

pero tu alondra elevas el vuelo,

eres esa Valquiria que yo tanto quiero.

PARA PATRICIA AZNAR LAFFONT