Abrazado a ti, siento que el tiempo se detiene,
aunque no sea por mucho, todo parece infinito,
y más cuando recuerdo aquel momento,
en el que una mariposa golpeaba mi estómago.
La escena era yo terminando aquel gesto,
en el cual por accidente tomaba de tu cintura,
Te miraba,
y me daba cuenta de que no era el único que lo hacía.
En ese momento brotaron las preguntas,
aunque todas eran mutuas,
porque la razón era ese chispazo,
y el movimiento partió de solo un abrazo,
como si me hubieran tomado de un lazo,
guiado por este sendero sin trazo.
Hace poco confirmé
que tu sonrisa es de las cosas más bonitas que he visto.
Es tan linda, tan natural,
que me hace sentir
que aquello que veo está de más.
Te quiero, a veces suelo joder,
porque lo digo mucho,
pero créeme que si no lo hago, exploto,
del cariño que guardo conmigo
por el tiempo que paso sin ti.