El día que nos besamos
de amor quedamos impregnados
y muy pronto nos convertimos
en unos felices enamorados.
Será posible que un solo beso
encienda la llama ardiente,
de un amor que ya existía
y actuaba secretamente.
El amor es alimentado
con muy variados nutrientes
y la fuerza de la pasión
despierta besos ardientes.
Los abrazos y caricias
tienen vital importancia
y no importa si es de cerca
o con una gran distancia.
Los pensamientos vuelan
y el deseo va creciendo
creando un ambiente mágico
con lo que se va sintiendo.
El amor crece y se hace fuerte
porque el amor es inteligente
y los enamorados se encargan
de suministrarle sus nutrientes.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,21/05/2024.