Quisiera que sean perpetuas estas horas
donde, como una flor, te abres al sentimiento,
donde la distancia que tan solo nos separa
los unen nuestros labios en la miel de un beso.
Desnudar tu pasión como olas furiosas
beber del manantial sagrado de tus pechos,
poder amarte sin necesidad de las palabras
y allí entre tus piernas quemarme con tu fuego.
Quisiera no tener que hallarte en mi memoria
necesito que estés presente en todo momento,
que no te pierdas de mí agitando tus alas
y seas como un ave que se va de pronto con el viento.
Déjame vivir en este hoy, en este ahora
donde nos envuelve el silencio más perfecto,
en este destino que está uniendo nuestras almas
y en esta pasión que están escribiendo mis versos...