Patricia Aznar Laffont

Frenesí desmayado, tu cuerpo y el mío.

 

Ya el Ocaso despierta la Noche

que Perdida, aún no ha sido.

Mitología de Sangre,

La que Felices, Hemos Vivido.

Amor en Golpes y Latidos.

Amor que Atormentaba los Sentidos.

Espejo Imaginario

En  que tu Silueta, por Veces,

Borrosa se Dibuja,

Ya casi Desvanecida.

Antaños y Amores que Suplican,

 Grises y Graves.

Eterno Vínculo Sagrado,

Blanco y Tembloroso Lecho

que han Sido.

 

Noche y Ocaso Indormidos

Mojen de Versos de Fuegos,

En Candentes Carbones Encendidos,

la Pluma de quien Escribe.

Vocablos Ciegos y Sordos.

Vaivenes de Dulce y pura Lascivia.

Sedas de Pianos

Ausentes,

Musitan Tenaces Susurros.

Pasiones y Sudores

Ya Muertos, Vencidos:

Suban el Dúctil y Añejo Peldaño

y Canten

 Aquella Perdida Melodía,

Atravesada por Tiempos

Que se Sumergen en la Nada Misma.

Luces Brillantes, Agobiadas  Estallan.

Recuerdo de tus Labios Ardientes,

Nuestros Cuerpos Unidos.

Furor de Amores Pasados.

Ardientes Letanías.

Llamas de Ocres y Ocasos.

Cuerpos y Almas Sellados.

Ráfaga Ardorosa y a la vez Gélida.

Rosados Musgos de Amor ya Enmohecido.

Terciopelo Ungido de Pétalos Celosos.

Cántaros de Dulces y Soñados Gemidos

Noche que no Duerme.

Noche que nunca Muere.

Suspiros al Alba

Rasgados en Velos Sutiles.

Despojos de Soles Oscuros.

Ser que Fuimos antes del Ser Mismo

Unidos en cada Ocaso.

En cada Alba,

En cada Sol sin Tiempo.

Ríspido Sesgar de Sorderas en Delirio

Estrecho, Efímero.

Se acaba la Finitud

del Día

y este Poema Naufraga

En Barca en Desvarío,

Ser que Fuimos

Antes del Ser Mismo,

 

Frenesí Desmayado

Tu Cuerpo y el Mío.

 

 

(Patricia)