¿Por qué me niegas tus besos
que son, de mi vida, desvelo,
sabiendo que sin ellos no sé vivir?
El calor de tu cuerpo en la noche serena
me hace sentir, me hace sufrir, en un mundo de sueños,
esta cruel condena.
¿Por qué me niegas la mirada de tus ojos,
faro que guía mi barco perdido?
Sin tu puerto, mi alma llora
hundida en un mar de olvido
¿Por qué me niegas el placer de tu presencia,
si sabes que solo tú eres mi existir?
Eres mi sol, mi luna, mi estrella;
la razón que tengo para existir.
Son tus besos lluvia que calma la sed de mis labios;
áridos como la sequedad del desierto,
besos que calman la sed de mi alma
deseosa de tu boca.
Tus ojos, como dos luceros en el cielo,
me guían en las noches frías.
Y así, en la oscuridad de la noche,
sigo esperando tu respuesta.
¿Quizá algún día entenderás
el profundo amor que siento por ti?
¿Por qué?, dime, ¿por qué?
¿Por qué no quieres estar junto a mí?
Gonci