Creo, cuando me dices que estas en control
de mi vida, de mis tiempos, de mi espíritu;
que tu poder me protege y me libra
de las acechanzas de mis enemigos,
porque he depositado mi confianza en ti.
Creo, que nunca vas a permitir que la maldad
de las malas voluntades me causen daño alguno,
porque ante tus ojos he tenido tu misericordia;
Tú sabes de mis batallas y luchas que enfrento
cada día que pasa y vivo, en todo mi alrededor.
Creo, que me basta Tu gracia para salir airada,
porque así me lo has demostrado siempre;
y aunque a veces me siento tan cansada
y sin fuerzas, Tú me haces recobrar el vuelo
para llegar a lugares de paz inimaginables.
Tú sabes que eres el único que está conmigo;
desde niña, desde siempre, solo has estado Tú;
me llena tu presencia y solo pueden brotar loores
de mi corazón contrito, que se renueva en Ti.