Quiero salir, pero no sé a dónde ir, no me quiero despedir de lo que viví junto a ti. No podía salir porque venías a mí como un pensamiento cercano. Quiero salir y vivir todo otra vez, hacer las cosas que nunca puedo hacer y decir lo que nunca me atreví a decir.
Quiero salir a respirar el viento, a caminar por el centro, ir a la heladería que estaba cuesta arriba, a la plaza que nos llamaba a hablar, de cómo nos sentíamos y de qué hacíamos.
Ojalá nunca hubiera conocido la compañía, porque sin ella me estoy haciendo trisas y la risa es lo único que pudo salir y dijo que solo era a caminar, pero nunca volvió y aún la espero sentado en la puerta de mi casa.
Ahora la soledad es mi única amistad con la que me puedo conformar, me toca amarla hasta que me acostumbre a ella, la compañía murió cuando yo estaba con el amor, que después me dejo, solo, con un espejo que refleja el pasado, y creo que ya no estoy cuerdo, no quiero pensar en que pasaría si yo me iría y te dejará.