alegazpa

La despedida del patio

Quién sabe

cuando volveré a verte.

Ni si quiera sé si ocurrirá algún día.

Mi corazón jamás olvidará tu ternura.

Patio andaluz, de esta casa vieja, arrendada,

cuántas almas por aquí se ven en las noches oscuras.

 

Cuántos humanos accionaron tus pomos, casa vieja.

A cuántos cobijaste y distes tu calor, casa antigua.

Aún resuena las risas en los rincones

y el juego veloz de muchachos en el patio.

Esencias pasajeras de los frutos que la huerta dio.

Ahora crecen vigorosos tras las tempestades pasadas.

 

Hallaron consuelo oliendo tus ramas, jazmín.

Deleitaron sus paladares con vuestro fruto, vid y membrillo.

 

La tierra emana esa vida pasada cuando se moja.

 

Nunca te olvidaré.

Y escribiré pensando en ti.

Me calmará tu recuerdo cuando sienta pena.

 

¿Cuántos habrán calmado en ti la suya?

A cuántos cobijaste de ella

refrescando sus mentes cuando buscaban consuelo.

Ahora todo tu suelo se cubre de vida

y tienen una esencia característica tus arriates y escalones

roídos por el tiempo.

Lo que en tu tierra crece

encuentra a las personas su esencia perdida.

Y en las noches, cuando visita la rata, el gato, el murciélago

y el grillo:

tus limones se ponen contentos de estar en un patio vivo.

 

Meditativo miro a las estrellas,

bendicen al señor que cuida esta casa.

Mil insectos pueblan el patio,

acompañan a la embriaguez que causa mi planta.

 

Soy el azahar que cae y se lleva el viento, mas ahora

saludo a las estrellas tras los brazos de tu jazmín.

Gracias por hacerme sentir vivo,

siempre me acordaré de ti.