Quedó de inmenso amor el gran enigma:
¿La culpa de quién fue?
Y solo nos responde otra pregunta:
¿Perdimos nuestra fe?
¿Podríamos hallar la gran respuesta
que aclare ese porqué?
¡Si fuimos dos amantes entregados
al culto del placer!
¿Acaso los ensueños que se viven
son débil oropel
de instantes que se guardan en la mente
como vago cliché?
¿Existe en los amores la conciencia
que tenga la honradez,
que acepte que perdimos el camino
que nos llevó al Edén?
Autor: Aníbal Rodríguez.