polonius

Mi Secreto

Sintiendo el palpitar en mis sienes,

no es un dolor lo que viene a proclamar,

es más bien el aviso de un presente en ciernes

abriéndose paso como el yugo de un malestar

traicionado por quien deriva en boleros

certeros, pero cuando declina su pesar,

alimenta los malos augurios de agoreros

callados por fogatas alimentadas al besar

el santo oficio de un callar clamado al cielo.

 

Quisiera al menos la fortuna dotarme de locura

para ser menos dado al ingenio de plasmar

inverosímiles cuartillas de verbos risueños, con la pura

ingenuidad que caracteriza mi empatía por rasgar

vestiduras no menguadas tras el infortunio que cura

males de enaguas y talles de encajes, por tomar

semblante de implante en pueril travesura

tuve dos días y siete noches de enjundia que respetar.

Mis condolencias fueron tomadas y estipuladas como nulas.

 

A buen puerto mis palabras van con cierto resuello,

no soy de dictamen fácil ni comprensión estimada,

solo veo una noche estrellada que hace rara la nada

de unos versos sin cante ni porte. He calculado

buena dosis de estudiada franqueza en este poema,

pero si queréis verdad de espíritu, desnuda alma,

mi bolígrafo guía mi mano que sin desidia

escribe lo que él le va ordenando. Esta es,

sinceramente, mi fuente de ingente mente.

 

Polonius