RUMBO AL ETERNO MAR
Sin distancia y ya sin tiempo
sin buscar algún lugar
huyo del bien y del mal
con rumbo a mi último puerto.
Navegué ya por la vida
disfruté de su paisaje
naufragué en alguna parte
y me salvó una sonrisa.
Tengo a Dios en mi timón
el viento besa a mis velas
me cobijan las estrellas
y despierto a un nuevo sol.
Son valiosos los momentos
cuando quedan ya muy pocos
tengo arrugas en mi rostro
las que para mí son premios.
Éstas huellas son batallas
que les gané a los pesares
mientras portaba yo el traje
con el valor por corbata.
No, no busco ya más nada
las cosas vienen a mí
buscaré vivir feliz
hasta mi última alborada.
El mar se encuentra tranquilo
y dejo sin darme prisa
a la playa de la vida...
que es lunes... Y ya es domingo.
...