Zoraida Rosado

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**Un erótico encuentro**

En la penumbra susurra el viento,  
las sombras bailan en suave lamento.  
Un roce de piel, un deseo oculto,  
dos cuerpos se encuentran, se vuelven un punto.

 

Tus ojos, dos estrellas, brillan en la noche,  
mientras el corazón late desgarrando el broche.  
Las manos se buscan, suaves, atrevidas,  
trazando en la piel dulces despedidas.

 

El aire se carga de un fuego profundo,  
cada latido nos une al mundo.  
La brisa se enreda en cabellos de seda,  
y el deseo florece, la pasión se queda.

 

Un susurro suave, un camino de piel,  
nuestros cuerpos se leen como un lenguaje de miel.  
Mis labios se muerden, tu aliento me abriga,  
y en cada caricia, el tiempo se riega.

 

El instante se detiene, el universo calla,  
y en ese encuentro, nuestra esencia estalla.  
Eres el destino, el instante soñado,  
un erótico encuentro, un anhelo sagrado.

 

Las sombras se pliegan, la luna observa,  
dos almas brillantes, una danza eterna.  
El amor desbordado, los cuerpos entrelazados,  
en ese instante mágico, quedamos atrapados.

 

Tu piel, un lienzo de luna y deseo,  
mis manos exploran sin prisa, sin rodeo,  
cada roce, un fuego que atiza los sentidos,  
en este instante sagrado, los mundos son unidos. 

 

El aroma de tu esencia, un canto de adicción,  
nuestros cuerpos se embriagan en dulce conexión,  
hablando sin palabras, solo con el aliento,  
en un erótico encuentro, hallamos el momento.

 

Las sombras se alargan, dibujando el instante,  
pintando nuestras almas en un lazo vibrante,  
un vaivén de caricias, un abrazo eterno,  
cada latido en el pecho, un viaje interno.

 

Y cuando la aurora asome en el horizonte,  
nos encontraremos juntos, como un puente,  
sin prisa, sin miedo, solo tú y yo,  
en este erótico encuentro, donde todo comenzó.