Decir que le he amado es un placer público, que solo tiene su encanto en mis manos, pienso en mis besos aburriendo su entrepierna y en mis deseos ardiendo dentro de ella, quise regalarle un poema y sus labios leyeron ayer en hoy... hoy, hoy me tengo que satisfacer recordándola a ella, negar que la deseo, es negar que fue ella quien no me agitó con su lengua.
Haber crecido entre sus piernas, me recordó todo lo que quise crear adentro, un beso disoluto, le convirtio en rocio cerca... muy cerca de someter su cordura, desee más en un segundo, al tiempo de negar su verbo, un beso se peleo por dentro, no quisiera, quiero besar su centro, amarrando la lengua mientras encuentro, un verso con que rimar sus labios y también saborear su boca, este aburrido verso, me comentó que no me encuentro, ni en el espejo, ni en su mirada, abra que escarbar con su boca, al punto de someter mi cordura, quizá volverme loco, quizás que deje de importarme un poco, soltarme es tarea suya y someterle será su premio.