Alfredo Saez

- El Ültimo Día-

-El Último Día-

 Aquel fue el último registro  del lacrimógeno día

de una vida todavía en procesal construcción

que el futuro, con venda y bastón, la culminaría

...en Montevideo, lejana aún su metropolitana bahía.

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Próspera niñez peregrina la nuestra, mercedarios bandidos,

con el Pelau… los Nogués…Luis…Cucho…Carlitos…

incluidos mis dos hermanos, gritos y ardientes sonidos,

odiando de facto, Jorge y Loncho,la quietud de los monolitos.

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Los años nos crecieron muy febriles  en nosotros

correteando por Mauá, zambullendo en Remeros,

con bailes iniciales del Praga -despuntando ya celos de potros-

que Eros energizaba con los audaces y robados besos primeros.

Seguíamos las cálidas murgas y los corsos en la Rambla,

gélidos los vientos de junio, fueguina ira de Judas y San Juan,

extremeña agenda lúdica en plenilunio ¡qué todo se ensambla! 

Recuerdos gozosos de juvenilia. Ya nunca más se nos irán.

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El viejo Cronos, loco, no se detiene. Camina y camina.¡Peripatético!

La barra sí. Para morir, sustituida por nietos y “felices” jubilaciones.

Guachitos del alma, nos señalaron Montevideo, mundano rol profético:

y cambiamos mercedarias  travesuras… por lerdos paseos ¡con bastones!