Cae de Dios la risa floja
y me transformo en ya quien soy,
mi beso roto en otra boca
lo supongo vencedor.
Si lo hago no es por lógica
ni me mueve algún resorte
cuando acecha la fecha esta congoja
y algo impide que me corte
suprimiendo toda tensión.
El sufrimiento cuando aflora
te la juega cada noche
aún más sólido y peor,
no pasarán las horas
sobre el suelo que te absorbe
y ahoga la impresión.