El sabor de la soledad
la sume en la oscuridad
el caos en su mente
la acecha,
como peregrina
en el desolado desierto
se refugia en el oasis
con el alma sin aliento,
en su largo recorrido
por el calor humano
va sedienta: sucumbe,
la tormenta de arena
borra sus huellas
y a lo lejos se escucha
su débil lamento .