Fernando Huarca

Sueños de la infancia/ A Antoine S.E

Se han ido mis sueños corriendo y asustados

como niños que juegan en la calle de enfrente,

porque tocaron la puerta que no debían tocar.

Y los sorprendiste; miraste su espalda ancha,

cargada y cargada de tanto llevar… llevar y llevar,

sin que nadie les mire a los ojos y les invite a pasar.

 

Se han ido mis sueños, porque aun pareciéndote a ti

los despediste sin nada, ignorándolos también.

Pero insistiendo, insistiendo y, cargado, cargado

siguieron caminando; a veces tocando tu puerta

y husmeando por la ventana, también.

 

No me cansé entonces, quererte de lejos admirar.

Mis anhelos seguían, seguían…

como huérfanos buscando un cobijo y un pan.

 

Se han ido mis sueños a navegar a lo lejos;

conocieron el vuelo de las hojas en la brisa de invierno,

y livianos volvieron sus anchas espaldas

de donde le brotaron sus alas.