En sombras y abismos, mi patria se halla,
Un eco de llanto en su alma anidada.
El silencio profundo, una herida profunda,
Marcando su historia, una pena inmunda.
Las calles desiertas, un grito ahogado,
La esperanza perdida, un sueño fragmentado.
La tierra que llora, la gente que sufre,
Un grito al cielo, que nadie le escuche.
Mas en este silencio, una fuerza se enciende,
Un anhelo de cambio, que nunca se pierde.
La unión de los pueblos, un nuevo amanecer,
Donde la esperanza, pueda renacer.