Javier.13

Toda ella

 

Me acostumbré a un periodo ininterrumpido de estar a su alrededor,

a su presencia que agradecía

cada vez que recordaba que ahí estaba,

en otro cuarto,

quizás

u ocupada a mi lado

leyendo, dibujando,

perdida en sus pensamientos tan solo

-tan sola,

quién sabe-.

 

A veces la veo en sueños

y no siempre me permiten

un descanso llano y pleno.

 

Pero sé que hay una verdad frente a todas,

que es que ya llevo para siempre

una parte de ella en mí

y es el recuerdo de su rostro,

de su voz,

de su risa inacabable,

en fin,

toda ella...