Encima de nuestras cabezas
tenemos una bombilla
y en ocasiones se enciende
a toda prisa,
con ideas fabulosas
que al gusto se combinan
en oportuno momento
y de forma bonita.
La mente nos conduce
y la ilusión nos brinda
motivos que alienten
esos sueños a la deriva
que quieren su empujón
con luces encendidas,
y de repente nos surgen
las cosas más variopintas,
haciendo realidad
las ideas que gustan y brillan.