Ivette Urroz

Llamada telefónica afónica

Este momento que me das una afónica
 
llamada telefónica, un alma biónica
 
se convierte en mi sustento esencial.
 
Primordial un dial en tu ausencia sin esencia,
 
sino de algún modo, como yodo,
 
fundiré mi ser en la almohada de Ada.
 
Ella danza, lanzando una lanza, y encuentra
 
acomodo y declama, y ama con confianza
 
o devora las horas sonoras.
 
Recorreré las arterias de tu miseria, lloraré.
 
Haré trizas la resonancia de mis ansias al
 
escuchar las misas dinámicas e interoceánicas.
 
En su desasosiego, el trueno quedó ciego,
 
enclavado en rejas de heno,
 
porque un puerto anda muerto.
 
Mis alimañas al hombro del hombre que nombra
 
mañas sin dones, drones de escombros,
 
saboreando ilusiones ando, lumbres de cumbres
 
silenciosas como sombras azarosas
 
que no resuenan en estos versos tersos,
 
resucitan inmersos en aguas de Managua
 
con su enagua colorida y afligida.
 
Ivette Mendoza Fajardo(Ivette Urroz)