Yo que he caminado en caminos de la ausencia
que he visto a las estrellas morir detrás del mar,
que vi pasar debajo de mí a todas mis miserias
que vi a mis sombras buscar silencios en la oscuridad...
Yo que he visto a las olas morir besando a la arena
que emergí resiliente en cada violenta tempestad,
que arrojé al río con bronca infinidad de piedras
y dejé que mis sueños, sin mí, aprendieran a volar...
Yo que oculté a mi alma siempre detrás de un poema
que esperé con fe un milagro de una buena señal,
que le di humedad a mis pupilas con tantas tristezas
que morí un poco cuando otrora me dejaban de amar...
Yo que dibujé en el aire a mis palabras más inciertas
que la vida tantas veces puso en mis manos vacías un puñal,
que envolví de nostalgia a aquello que ya no regresa
y le di luz al mañana en busca de una nueva oportunidad...
Yo que fui amarrando a mis ilusiones ya deshechas
que aprendí a hacerme fuerte en brazos de la soledad,
yo que fui borrando detrás de mí mis propias huellas
para que el pasado al volver no me hiciera tanto mal...
Yo que al paso de las horas veloces o tal vez lentas
fui dejando mi vida caer en cada movimiento al respirar,
aquí encerrado en mi mundo de inertes letras
escribiendo mis versos que ignoro si alguien los leerá...