Deseo que la muerte me aplaste, me abrace y hunda su calor entre mis huesos.
Su aliento helado enfríe mi oído.
Deseo morir porque es mi pensamiento más sincero desde hace tiempo, saber si hay algo más después de esto.
Aunque prefiero creer que no existe más que un descanso eterno, dónde no me condenan por algún pecado inconsciente o me celebren por seguir las reglas que tanto me advierten.
Me pregunto si la muerte podría darme un último consuelo antes de irme, que me arrulle como mi madre cuando una pesadilla me deprime
Tal vez, si lo pido con mucha paciencia, la muerte espere por mí afuera. Con su túnica negra tapando sus huesos, que extienda su mano diciendo: \"está bien, cielo, te tengo\".
Porque me gusta saber que no le tengo miedo, es un sentimiento que me ha acompañado desde que tengo recuerdos, que ella llegará y me cuidará porque comprende que estoy cansada de luchar.