Mauri1908

¿Otoño no te ibas?

Mis Otoños siempre serán de la ciudad
donde promocionas la paz
cuando recompones el gesto
de naturalidad,
luego de que sonríes.

 

Nada te detiene
y sonríes,
cómo si no hubiera
un efecto detrás,
cómo si mi mundo
no fuera conquistado
y los males aplacados
por una fuerza mayor,
que quiere regir
como sol de primavera,
sólo haciendo florecer
al orbe que corona.

 

Sonríes,
pero no te debes a mi
ni a la ciudad,
eres de donde te encuentres feliz.

 

No recuerdo
ni la promesa de bienestar
del sonido de tu risa.
Ahora el otoño me adeuda a mi
y a la ciudad,
a los ciegos y a los sordos
de memorias rotas.

 

La estación desoladora,
donde el deleite que existe
merece tu sonrisa
y perece por su retirada.

 


Otoño donde
soy la hoja amarilla,
que con dolor el árbol
deja caer al suelo,
como repentina lágrima
sobre la mejilla.