LOS MOLINOS DE MI MENTE
Siguen pasando los años,
somos más viejos que ayer,
los recuerdos de mi mente
viven en un longevo creer.
Las espinas de mi alma
forman otro atardecer,
y los besos, que no nos dimos,
son reflejos oscuros, de un amor.
De un amor, que no vivimos,
de un amor, que se perdió,
por caminos sin salida
sin retorno y sin final,
por un túnel muy oscuro,
tan oscuro, como mi mal.
Vivo en mi mente la infancia,
nuestro bello despertar,
los molinos de mi mente
te elevan sobre un altar.
Un altar lleno de flores
entre ramos de azahar,
tan alto como los cielos
donde allí, poder gozar.
Disfrutar de tu hermosura,
de tus dos trenzas doradas,
de tu inmaculado cuerpo,
y del sabor de tus labios.
Vivir en fiesta perpetua
bailando con libertad,
libertad que yo he perdido,
prisionero de ti, hasta mi final.