Ely.M.

IrĂ³nico



Cada día se inventa algo nuevo
algo que no es necesario.
Algo novedoso y costoso
que no compra un salario.
Mientras del otro lado del mundo
muere un ser humano.
Y debería importarnos
pues todos somos hermanos.
Vemos tantas injusticias,
ya estamos acostumbrados,
a que gane siempre el fuerte
o los más adinerados.
Agachamos la cabeza
doblegamos nuestra dignidad.
Y por unos cuantos pesos
nos callamos la verdad.
Y a los principios mandamos
al rincón más escondido.
Y exigimos a los hijos lo mejor
y resulta que les damos
del ejemplo el peor.
Que hijos le dejaremos
a nuestra madre tierra.
Si se vuelven egoístas
y nunca piensan en ella.
Solo actuando por instinto
con todo acabarán.
Y ese mundo tan soñado
de inmundicia abundará.