D. Méndez

No hay noche que no te extrañe

No hay noche que no te extrañe,
tu ausencia pesa en cada suspiro,
la luna es mi única compañía,
mientras mi corazón sufre en silencio.

En cierto punto estoy sola,
rodeada de sombras y recuerdos,
tu imagen se desvanece lentamente,
dejándome en un vacío eterno.

Me he cansado de vivir,
sin tu amor, sin tu presencia,
la vida se convierte en un tormento,
un dolor constante, sin clemencia.

No hay noche que no te extrañe,
cada estrella es un reflejo de ti,
y aunque trato de seguir adelante,
mi alma no puede vivir sin ti.