PRIMER AMOR, SEGUNDO, TERCERO, Y...
Se dice, que a partir del tercer amor
las cosas vienen sin esperar que ocurran,
te vas dejando llevar, te pones cómodo,
y te dices, aquí estoy yo, y ahora...
haz conmigo lo que quieras.
Esperas que te vaya sorprendiendo,
le vas dejando hacer, y esperas de él,
que cierre heridas de amores pasados,
te vas ilusionando, y piensas, que por fin
has encontrado el amor verdadero.
Parece tan diferente de tu segundo amor,
aquel otro amor ya casi olvidado, aquel que
te hizo concebir esperanzas, de encauzar
el rumbo de tu vida, esa vida tan destrozada
que te dejó, el que fue tu primer amor.
Aquel al que te aferraste con fuerza,
aun sabiendo, que posiblemente no seria
el definitivo, pero que te hizo madurar,
y te suavizó un poco los empinados y abruptos
caminos, en que te introdujo, tu primer amor.
¡Ah! El primer amor, cuantas ilusiones,
y cuantos castillos y proyectos rotos,
aquel primer amor que iluminó, y dejo después
tu vida en la más profunda oscuridad, y rodeado
por las más interminables arenas del desierto.
Aquel primer amor, en el que imaginaste,
la maravillosa película que sería tu vida,
esposa, hijos... que vinieron después,
estabilidad emocional... todo, todo, todo...
Todo eso que se fue al traste, con el fracaso.
Pero todo está ya olvidado,
he hecho borrón, y cuenta nueva,
y voy ya vigorosamente lanzado
a por el cuarto amor, que ese... si será el bueno,
será el ansiado y esperado amor de mi vida.