De pequeño
siempre me pregunté:
\"¿por qué
cortan los arboles en invierno?\",
ya que se veían tristes,
vacíos...
Me decía en mi inocencia,
\"Es menos triste ver un árbol
sin hojas,
que un árbol
sin ramas\".
Hoy al fin comprendo,
como todo en la vida,
el tiempo me enseñó
que para vencer la
tempestad
a veces no basta
con perder tus hojas,
también hay que
podarse las ramas...
Ante el sol todos florecemos,
pero nadie se pregunta,
para llegar a la flor,
¿cuántas nubarrones
padecimos?