Poema
CÓNDOR
Desde el límite de los alambrados
observábamos
como se desintegraban
las construcciones abandonadas
y en la cumbre
de lo poco que se mantenía firme
un cóndor buscaba en su cuello
las llaves de la destreza
imponente
encadenado sobre las ruinas
en el borde de lo que se desploma,
nunca perdia su eje.
Detrás de nosotros pasaban tractores
y se bamboleaban los silos.
Abajo de sus garras
se desmoronaba el tiempo
pero el cóndor
seguía seguro de sus alas.
Sergio Alejandro Cortéz
Villa Dolores, Córdoba, Argentina.