Joseponce1978

Mi Telefunken Ășltimo modelo

El telegrama ya es historia.

La más sofisticada tecnología

vía ondasradiomagnéticas

ha llegado para revolucionar el futuro.

La primera vez que la escuché

hablar creí que se trataba

de una caja encantada.

Tiene dos roscas:

Al girar una de ellas,

la caja hace el mismo ruido

que al freír un huevo en la sartén,

y gira que te gira, se pueden atrapar

distintas voces.

La otra rosca sirve para poner

las voces a gritar o a susurrar,

según se gire a un lado u otro.

Se acabaron las exclusivas

distorsionadas por el boca a boca.

Las primicias que llegan de la ciudad

con retraso por correo.

Ahora las noticias me llegan

tan calientes como el pan

recién salido del horno:

La semana pasada supe

que un barco titánico

se había hundido al chocar

con un iceberg.

Ayer saltó a la palestra

que un alemán loquísimo

con bigote a lo Charlot

se ha propuesto comerse el mundo,

y me acabo de enterar

que el hombre ha llegado a la luna

en una mula espacial.

También he podido escuchar

a un joven poeta, llamado

Federico, recitando un poema suyo;

apunta alto el chaval.

Cosa extraña son las radionovelas,

en que uno debe reconocer

a sus actores por la voz.

Puedes imaginar que el villano

tiene una cicatriz en la mejilla

aunque tenga el cutis aterciopelado,

y que la protagonista tiene

los ojos azul celeste aunque

los tenga negros como el carbón.

Es lo bueno de esta nueva tecnología:

que permite dejar volar

la imaginación del radioyente.

En sintonía con la noche,

he conseguido sintonizar

una hermosa canción.

Y como suena ese solo de trompeta

en esta noche veraniega.

Me ha inspirado un poema corto

intitulado \"cuestión de prioridades\",

que dice así:

 

Primero, tú,

en segundo lugar, seguir contigo,

y por último,

lo que me haya dejado de ti.