Omar Alejandro Flores

Obrero

el joven aguilucho

va apilando

las ideas en la cabeza

al mismo tiempo que acomoda con ceremonial

pulcritud

los pallets infinitos

más allá

una rata que alcanza los

escalones con elegancia de bailarina rusa

-para perderse

de súbito

en un rincón del container-

solo vuelve a aparecer

cuando el engullidor ruido de las máquinas

transforma

la simpleza de la noche en

una boca centelleante

mientras

el joven aguilucho

ahora apila los pallets en

su cabeza

igual que acomoda

con ceremonial pulcritud las ideas infinitas