Nunca pensé, que llegará a doler los recuerdos del ayer, y los recuerdos de hace un mes, algunos vientos se llevan mi tiempo y no entiendo, porque no puedo hacer nada para que se lleve los momentos que tuvimos, y esos abrazos que no se borraran tan fácil, y se me hace dicífil abrir otra de esas cartas que me rompen el alma y cada noche me llaman y me cautivan, y a veces me llenan de risa.
El número cuatro, solo alimenta mi llanto y deshace otro recuerdo que llevo dentro, y en serio tengo que dejar de recordar, porque el que recuerda vive dos veces la misma historia, y ahora solo el pensar me me hace llorar, cada de vez se me hace más tarde para llegar a ese destino que tenía contigo, ahora se que era ficticio y estaba en delirio y me he quedado sin un solo amigo, he quedado en el vacio, me he vuelto frío.
Quiero llevarte a la luna, y mostrarte que tu eres mi lluvia y quedarnos en la noche, hasta que no recuerde ni mi nombre, y entonces creo que me reproche bajo el lumbrero de la noche, los sueños inalcanzables y las tardes inefables, cuando llegaba tarde despúes de una mañana llena de locura y con astucia, con la cara roja despúes de haber las lanzado algunas pelotas, me despedia con la idea que tenía de esperar hasta otro día, para besarte sin desdicha.