EL QUETZAL EN VUELO

SOLO TU SABES CONSOLAR MIS DISTANCIAS HACIA TUS LETRAS

Tus últimas y primeras palabras me ponen entre mis letras y tú, dejando hablar a tu pluma, destrozando las distancias, sabiendo que al leerme, me abrazas tiernamente con la extensión de tus brazos, que tu pluma deja en esa hoja blanca como cama servida previendo acercar tu pensamiento al mío, deseando estar ahí sentado cerca a tus distancias, sabiendo que me lees y estoy cerca de tus pensamientos hoy.

 

 

Quien dice que estamos lejos, que un teclado no puede acercar tu vida a la mía, cómo se acercan mis labios a tus labios, mi corazón a tu distante alma poética, leerte es sentir esa fuerte corriente abrazadora que electriza mi cuerpo de los pies a la cabeza, sintiendo la ternura de tus letras que me abrazan y me dan calma cada vez que suspiro. De noche, cuando escribes, siento tus letras bajando por mi soledad.

 

 

¡Si!, me tienes preso entre la distancia y un sueño. Encerrado en el alfabeto incierto del acomodo de unas letras, donde cada estribillo lanzado a lo lejos duele y conforta a la vez, pero sé que escribir no solo es tu oficio y pasión, sino la forma de viajar conmigo, abrazarnos en la distancia, recoger los frutos de un amor cierto que quiere ser certeza y busca realizarse, romper las distancias, como la furia del mar las olas.

 

 

Es curioso lo que el universo con sus fuerzas inescrutable puede hacer, como cuando me abrazas al leerme, escoges las mejores frases para esconderme y luego terminas tus versos y me los envías en un suspiro, atravesando mares, playas y desierto, prendiendo cada deseo, acercándome con cada letra y esa intención que llevas en tu mirada cada vez que sonríes, para todos dedicándome tu secreto.

 

 

Sí…  Yo sé que te tengo. Que te me das en cada letra, que cada noche recostada en tu sofá preferido, recorres todos mis sueños. Te recuestas en mi almohada y dejas que mis palabras te recorran, que aniden en todas partes de tu pensamiento y en los intrincados rincones de tu alma, que a nadie has dejado entrar…Solo yo al leerte, puedo poseerte. Para abrazarte cuando me lees y mi risa acompaña tu ultimo verso.

 

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO