Temo perder la mutua maravilla
que hizo cálido hogar en pecho unido.
Temo perder la nota.., y el sentido,
la caricia de luz en nuestra villa.
Nuestro conjuro fuente…, la semilla,
la fuerza que perdura en nuestras manos,
la suavidad de tus cabellos canos.
Temo perderlo todo..., tu mejilla.
Que se apiade la última marea
de este amor que se eleva en nuestra historia
que florea, y se siente en alta euforia.
Que se apiade el Señor que se recrea
en nuestros cuerpos frágiles de tea.
Que se apiade y nos tenga en mutua gloria.