El Corbán

INDULGENCIA POR EL AYER

Amnistía imploro en esta triste hora,

mi corazón porta cicatrices añejas,

las sombras pretéritas aún me devoran,

y en mi alma, el dolor nunca mengua.

 

Anhelaría amarte sin las cadenas rotas,

más mis heridas entonan su lamento,

cada caricia, cada beso aflora,

con el eco de un pasado en tormento.

 

Dispénsame por no poder brindarte,

el amor que tu espíritu bien merece,

mi corazón aún pugna por sanarse,

y en sus grietas, el dolor perdura.