Recital al desnudo. ¿Quién se atreve?.
Las vergüenzas se dejan y sólo se recita
como Dios nos trajo al mundo, y si llueve
embarazo, quítese verruga en forma escrita.
Un recital de verdad con conciencia tranquila
respeto y ojos de pura indiferencia
al desnudo mostrar no encienda pupila
carnal, la poesía debe vestir tal presencia.
Sólo se persigue, en sí, la única beldad
esta bendición natural para total armonía
con la palabra y en sí mismo una tempestad
de auténtica belleza poética y buena gallardía.
Julio 2.024
Nacho Rey