Mi pequeña princesa. Fuiste y serás
siempre la dueña de mis letras,
en versos de amor en mi corazón.
Estarás como algo bonito aunque no
estés conmigo, pero mi inspiración
siempre será el encanto que en tí
me inspiraré con amor, cariño
y dulzura.
Espero que tú mujer, me lo
des en el ocaso o rayando el sol.