Me calmas
al susurrarme
dulces palabras
que, aún triste,
me levantan.
Me serenas al instante,
solo basta escuchar
tu voz insinuante,
despertando las ganas
de eternos amantes
Al abrazarte
en mi cama,
listo para acariciarte,
hermosa dama,
desvestida y exuberante,
mi pasión sacias
al tenerme
en tus ansias