ACUARIO
Sumerge la pecera
en la costa,
para que el pez y la piedra
se acostumbren
a la intensidad de las olas
y se incorporen
allí donde pertenecen.
No sigas llenando de líquido
este recipiente acrílico
que limpias a cada tanto
para que las bacterias
no oscurezcan la promesa.
No sigas decorando
con helechos flotantes
lo que nunca cumplirás.
Sumerge la pecera
para que el mar
se haga trizas.
Autor: Sergio Alejandro Cortéz
Villa Dolores, Córdoba, Argentina.
Libro: Rozar la Casualidad.