NODRIZA, CORAZÓN DE DIOSA
Nodriza, guardiana de mis sueños,
en tu regazo hallé consuelo,
como un faro en la tormenta,
guiando mis pasos con firmeza.
Eres corazón generoso y fiel,
prodigiosa en cada gesto maternal,
tus manos de algodón envuelven
mis miedos y penas, con amor eternal.
Tus ojos, cristales de ternura,
reflejan historias y enseñanzas,
como gotas de agua hirviendo,
que curan las heridas más profundas.
Madre de corazón amplio y fuerte,
cuidadora de almas perdidas,
tus palabras son pétalos de rosa,
fragancia que perfuma nuestras vidas.
Con cada sonrisa y regaño justo,
me enseñaste el valor del amor sincero,
eres más que una madre, eres un faro,
en la noche oscura, mi guía y mi consuelo.
Oh nodriza, bendita entre las mujeres,
con tu presencia y cuidado desinteresado,
eres el regalo piadoso de los cielos,
que ilumina mi camino, siempre a tu lado.
En cada rincón de mi corazón habitas,
como un recuerdo sagrado e imborrable,
segunda madre, protectora incansable,
gracias por ser mi ángel, mi nodriza admirable.
Autor: LUÍS APAZA H. Alías: Corazón Bardo
Todo los derechos reservados©