(para C.M.)
Hermano:
sí me acuerdo de ti.
En cada milímetro del día, algo tuyo está.
Algo tuyo juega
en los ciruelos prestados
del infinito patio
y en el membrillo arremangado a su silencio.
Y en navidad...
me visitan, casi siempre, las tildes de la infancia
con su olor a música asentada
y el detalle de unas faldas avizoras;
el olor de máscaras y juegos
y de flechas en la tierra
y goteras en el cielo.
Hermano...
sí me acuerdo de ti.